jueves, 13 de octubre de 2011

Stefani Joanne Angelina Germanotta - Lady Gaga - El Precio De la fama

Mateo 16:26. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

Dicen por ahí que una imagen vale mas que mil palabras, así que seré de pocas palabras en este artículo, no sin antes recordar la palabra del Señor que vale mas que mil imágenes, y nos dice:

Mateo 6

19. No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
20. sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.

Lady Gaga
Antes de su arrasador éxito, Lady Gaga era Stefani Joanne Angelina Germanotta, una chica apasionada por la música y con un innegable talento.




















Lady Gaga antes del monstruo de la fama





























El precio de la fama.
Lady Gaga llora y confiesa ser Illuminati



En uno de los videos más llenos de simbolismo hasta la fecha en lo que podemos llamar pop illuminati, Lady Gaga revela su meatestética de la nueva era (una especie de versión galáctica y de control mental de la serie de Matthew Barney “Cremaster”) dando a luz a la raza cósmica del futuro y dando voz a un bizarro manifiesto.













La falsa Lady Gaga se opone a la Gaga real, natural y aparentemente infeliz dama, ese es el precio de la fama, y no es ella la única, todos los famosos pagan un precio. Una cosa es frente al público y otra muy distinta en la soledad. Muchos creen estar viviendo su mejor vida ahora, cuando en realidad van derechito para el infierno.



























Juan 3

16. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
17. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
18. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
19. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
20. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
21. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.


DOS CAMINOS, DOS DESTINOS